Premiada y adquirida en el Salón Primavera de 1946[1], Atardecer en San Isidro es una tela madura de Luis Aquino, en la que perdura, aunque con mayor liviandad, las características formales aprendidas en la observación de la obra de Fernando Fader. Desde sus primeras obras optó por la pintura frente a la naturaleza, en primer lugar en temporadas en el litoral entrerriano y en las sierras cordobesas, donde buscaba la relevancia del color bajo la luz del día, y poder expresarla desde la densidad de la materia pictórica. Al igual que su admirado maestro, su interés era captar un momento preciso, en la pintura que nos ocupa el atardecer en el bajo de San Isidro.
El artista se coloca de espaldas al río, a medio andar de las barrancas. La construcción arquitectónica aparece entre la vegetación, recortada por efecto de la luz, pero menor ante la presencia central y dominante del árbol. Recuerda la composición de Capilla de Ischilín de 1937.
En el año de este logrado paisaje dentro de su obra tardía, más señalada por las naturalezas muertas, Aquino trabajaba como conservador del Museo Isaac Fernández Blanco, del que fue luego director hasta 1967.
María Belén Ramírez
[1] Véase: Acta Nº 142. MPBAFR
Salón Primavera, 1946
Paisaje y construcción de identidad. Colección en Movimiento, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, San Juan, 2015-2016.
(2015) Gobierno de la Provincia de San Juan, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, Historia y Colección, 1° ed., San Juan, ed. MPBAFR, p. 61n, reprod. p. 115